by Carlos Boeri
We are all foreigners in Tango
En 2013, dirigí contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires una acción judicial frente a la modificación del (entonces) Reglamento del Campeonato de Baile de Tango. Ese año, y por primera vez, fue plasmado en el Reglamento la opinión de un sector de la sociedad tanguera, quienes conciben a las personas extranjeras de manera diferenciada respecto de los connacionales. La sentencia del Poder Judicial declaró ilegal la modificación referida obligando al Gobierno a reconocer la posibilidad de participación de personas extranjeras, como también a parejas del mismo sexo -posibilidad prohibida también-. Ninguna diferencia entre las personas puede ser tolerada, dijo el Juez, y declaró ilegal al reglamento de inscripción al Campeonato de Tango de la Ciudad de Buenos Aires. La cuestión, aunque formalmente resuelta, sigue resonando en los corazones de muchas personas quienes aún conciben a los y las Argentinas como verdaderos portadores e intérpretes del Tango, a diferencia de las personas extranjeras quienes son vistos como profanadores del género aunque alumnos favoritos con monedas fuertes.
Desde siempre la fusión de argentinos y extranjeros ha sido la masa madre creadora del género, por lo que ambos elementos no pueden ser separados sin afectar la identidad misma del Tango. El Tango ha sido y es un caldo en el que se cocina lo provinciano, lo urbano y lo extranjero. Músicos, poetas, letristas y bailarines y bailarinas extranjeros y extranjeras han sido fundacionales del género, un rápido vuelo por Google lo corrobora. Actualmente, la presencia de personas extranjeras es fundamental en el desarrollo actual y su presencia cubre todos los aspectos de la vida cultural del tango. Hay populares encuentros Tangueros bien Federales al que concurren cantidad de personas extranjeras. En la Ciudad de Buenos Aires se ve una gran variedad de personas extranjeras como músicos, escritores, compositores y arregladores de Tango. Hay también innumerables cantidad de excelentes bailarines y bailarinas de todas nacionalidades poblando milongas, clases, casas de tango, espacios turísticos públicos y todo lugar hasta donde la imaginación los ha llevado, hay radios que transmiten tango al mundo, hay orquestas de tango en otros paises, cantores que imitan el idioma del tango. Hay un circuito de milongas tradicionales, otro de milongas alternativas en las que florece un nuevo tango, hay milongas Queer, Solidarias, Militantes, Milongas Organizadas por extranjeros, etc etc., todas, pero todas, pobladas de amantes del Tango, no importa adonde nacieron… En fin, un abanico enorme de cultura viva que late a cada segundo enriquecida por personas extranjeras.
Lo que probablemente necesite protección sea la devastación de las culturas locales, producto de la colonización también cultural dirigida desde afuera y bien recibida por algunos sectores de nuestra sociedad desde siempre.
Quizá en vez de pensar en categorizar a las personas por su lugar de nacimiento o residencia que, en definitiva, terminan dividiendo a la comunidad tanguera (y devorándonos los de afuera -los de afuera son hasta los propios argentinos colonizados-), podría pensarse en difundir al Tango desde aportes positivos como sería una ley de radiodifusión, programas estatales de fomento y desarrollo, becas de estudio, aportes a la investigación, a la publicación, clases gratuitas para las masas no pudientes, clases en las villas, en los comedores, o con cualquier acción que genere un aporte a la cultura y los sujetos interesados, etc, en vez de tirar todos individualmente tratando al tango solo como un negocio individual.
También el tema debe ser analizado a la luz de la Constitución Nacional. Al respecto, el Preámbulo nos dicta que la Justicia, la Paz y la Libertad son también para los extranjeros que quieran habitar el suelo Argentino. El art.20 de la Constitución Nacional -entre otras normas- dice que: “Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano”.
Personalmente siento orgullo de tanta apertura, aunque es y haya sido a medias, ya que ni hemos sido ni somos generosos ni con ciertos extranjeros ni con ciertas comunidades o etnias, ni con ciertos sectores sociales. Es una generosidad selectiva, pero ese es otro tema. Esa persona extranjera que vive o tiene la intención de vivir en estas tierras Constitucionalmente es entonces una hermana, un hermano, así que el Tango le pertenece.
Las otras personas extranjeras, quienes solo vienen a participar de las competencias de Tango que ofrece nuestro País, o son visitantes ocasionales o permanentes, vemos que conciben al Tango igual que yo, que toman clases, que viven Buenos Aires, que nos conocemos, que compartimos los mismos Dioses, los mismos templos, es otro hermano, hermana, que ama y conoce al Tango incluso mucho más que esa porción de la población local, indiferente y hasta detractora de la cultura popular”.
In 2013, I directed against the Government of the City of Buenos Aires a legal action against the modification of the (then) Regulations of the Tango Dance Championship. That year, and for the first time, the opinion of a sector of the tango society who conceived foreign people in a differentiated way from the nationals was reflected in the Regulation. The Judgment of the Judiciary declared the modification referred to illegal by forcing the Government to recognize the possibility of participation of foreigners as well as same-sex couples – possibility also prohibited – no differences between persons can be tolerated, said the Judge and declared the registration regulations for the Tango Championship of the City of Buenos Aires. The issue although formally resolved continues to resonate in the hearts of many people who still conceive of Argentines as true bearers and interpreters of Tango unlike foreign people who are seen as desecrators of the genre although favorite students with strong currencies.
The fusion of Argentines and Foreigners has always been the creative mother mass of the genre, so that both elements cannot be separated without affecting the very identity of Tango. Tango has been and is a soup in which the gaucho, the urban and the foreign are cooked. Argentinian and foreigners Musicians, poets, lyricists and dancers have been founders of the genre, a quick flight by google corroborates it. Currently, the presence of foreigners is fundamental in the current development and their presence covers all aspects of the cultural life of tango. There are popular Federal Tangueros meetings to which many foreigners attend. In the City of Buenos Aires you can see a great variety of foreigners such as Musicians, Writers, Composers and Tango Arrangers. There are also innumerable amount of excellent dancers and dancers of all nationalities populating milongas, classes, tango houses, public tourist spaces and any place where the imagination has taken them, there are radios that transmit tango to the world, there are tango orchestras in other countries , singers who imitate the language of tango. There is a circuit of traditional milongas, another of alternative milongas in which a new new tango flourishes, there are Queer, Solidarity, Militant, Milongas organized by foreigners, etc etc all but all populated with Tango lovers no matter where they were born … anyway a huge range of living culture that beats every second enriched by foreign people.
What is likely to need protection is the devastation of local cultures as a result of the cultural colonization also directed from outside and well received by some sectors of our society since always.
Perhaps instead of thinking of categorizing people by their place of birth or residence, they ultimately end up dividing the tango community (and devouring those from outside – those from outside are even colonized Argentines themselves), one might think of spreading to Tango from positive contributions such as a broadcasting law, state development and development programs, study grants, contributions to research, publication, free classes for the non-wealthy masses, classes in the villages, in the dining rooms, or with any action that generates a contribution to the culture and interested subjects, etc, etc, instead of throwing all individually treating tango only as an individual business.
The issue must also be analyzed in the light of the National Constitution. In this regard, the Preamble tells us that Justice, Peace and Freedom are also for foreigners who want to inhabit the Argentine soil. Article 20 of the National Constitution – among other rules – says that “Foreigners enjoy in the territory of the nation all civil rights of the citizen.”
Personally, I feel proud of so much openness, although it is and has been halfway, since we have neither been nor are generous with certain foreigners or with certain communities or ethnicities, nor with certain social sectors. It is a selective generosity but that is another issue. That foreign person who lives or intends to live in our lands Constitutionally is then a sister, a brother so Tango belongs to them.
The other foreigners who only come to participate in the competitions that our Country offers of Tango, or are occasional or permanent visitors, see that they conceive Tango just like me, they take classes, live Buenos Aires, we know to each other, we share the same Gods the same Temples, is another sister brother who loves and knows Tango even more than that portion of the indifferent local population and even detractor of popular culture.
Narrow minds exist everywhere. Have always been proud to know the couple who took the Metropolitan Championship to court and forced them to back down. As a non-Argentine who dares to attempt to dance tango, I’m grateful for the warm welcome from my dear friend Carlos Boeri.
Tango exists in the context of the whole world, where we struggle for justice and equality. We can bring this movement for change , for equity and inclusivity, to our world of tango. Abrazo fuerte.